Muerte de Alfonso Cano: Sin ensoberbecerse y sin menguarse
Allende La Paz, NotiColombia Press
Siempre fue un hombre de Paz. Obligado
por las circunstancias políticas, sociales y económicas a luchar en la
arena política con las armas en la mano. Así murió. Postrero homenaje a
quien con su vida defendió el derecho del pueblo colombiano a una vida
mejor, una vida sin explotadores ni explotados.
El pueblo colombiano pierde a uno de los
mejores de sus hijos. Un hombre que dió de si lo mejor por el amor que
sentía por el pueblo colombiano. Militante de la JUCO y el Partido
Comunista Colombiano (PCC), se vió obligado a enguerrillerarse para
huir de la persecución del Terrorismo de Estado. Así mantuvo viva la
esperanza de Paz en Colombia. Lo acertado de su decisión la vió
reflejada en la ejecución extrajudicial de los 5.000 miembros de la
Unión Patriótica (U.P.), el único experimento permitido por el estado
colombiano de volver a la vida civil de los guerrilleros de las FARC,
experimento arrasado hasta su exterminio por la fuerza de las balas y
no por la fuerza de la ”democracia”.
El estado colombiano aplica al pié de la
letra las doctrinas guerreristas de los centros de poder imperiales,
muchas veces con más sevicia que los propios creadores de ellas.
Siempre que el pueblo responde a sus políticas, en vez de encontrar los
mecanismos democráticas para resolver los problemas, le recetan más de
lo mismo: Guerra, guerra, guerra. Así ha sido desde 1.948. Así ha sido
todo el tiempo. La última receta, el Plan Colombia, con sus fases
Colombia, Patriota y Consolidacción, apoyada con más de 7.000 millones
de dólares de los gobiernos de Estados Unidos, además de Asesores
militares y tecnología militar de punta, ha producido muertos y más
muertos, regando con sangre inocente los campos de Colombia y
sufrimientos indecibles al pueblo colombiano, ya que ningún oligarca
cae en la confrontación.
El presidente Santos, su ministro de defensa Pinzón, el estado todo en su conjunto, no deben ensoberbecerse
con la muerte del guerrillero Comandante de las FARC-EP; por el
contrario, su muerte es una mancha que demuestra cómo la oligarquía
colombiana resuelve los problemas de la ”democracia”, la cual no sabe
encontrar caminos de solución diferentes al uso de la violencia, la
guerra, la forma más salvaje y última de resolver conflictos. Ello es un
ejemplo para los luchadores populares, sindicalistas, estudiantes,
mujeres, hombres, políticos de izquierda, etc.
Por su parte, las FARC-EP deberán estar orgullosas de su Comandante en Jefe y no deberían menguarse
por su muerte. Entregó la vida por amor al pueblo. Su causa no fue la
causa mezquina de la acumulación de riquezas mediante la explotación de
sus semejantes. Su vida será ejemplo de dignidad y lucha
revolucionarias. Así mueren los revolucionarios. Luchando por un mundo
mejor, un mundo con justicia social, sin explotadores ni explotados. Murió en combate. Muerte digna,a pesar de la indignidad de sus asesinos.
Lo que queda al pueblo colombiano es seguir
en la lucha por la Nueva Colombia, en paz con justicia social,
democracia, libertad, independencia y soberanía nacional. Construyamos
entre todos la Colombia en Paz que queremos, contra los guerreristas,
en donde quepamos todos los colombianos y en la cual no sean necesarias
las armas para dirimir las contradicciones y las diferencias entre
nosotros.
Paz en tu tumba, comandante Alfonso Cano!!!