Asesinatos de Sindicalistas
Cambio Total
Los asesinatos de los sindicalistas es una
constante histórica que se ha mantenido en el tiempo y espacio, producto
de la lucha de clases en Colombia, del enfrentamiento entre
explotadores y explotados. Son los explotadores, llámense
terratenientes, multinacionales como Chiquita y Dole, o empresarios
nacionales, los que hace uso de la violencia –la eliminación física-
contra los trabajadores que son elevados a puestos directivos en las
organizaciones populares.
La oligarquía en el poder ha aplicado sistemáticamente el exterminio de los sindicalistas, en aplicación de la ”combinación de todas las formas de lucha”,
persiste en el asesinato como práctica de aplicar el Terrorismo de
Estado y su sustento, la Doctrina de Seguridad Nacional, que tantos
miles de miles de muertos ha producido a lo largo de latinoamérica.
En el artículo de NotiColombia Press
titulado ”Por qué asesinan a los sindicalistas?” se llama la atención
sobre el fenómeno y se pregunta ”por qué no hay asesinado ningunos de
los sindicalistas de Estados Unidos o Europa?” Es que es una política a
ser aplicada en lationamérica y su prueba está a la vista. Para ello han
utilizado a las bandas de narco-paramilitares estatales y compañías
multinacionales como la Chiquita y Dole para un porcentaje de cada caja
de banano exportado a las bandas de asesinos que hacían el trabajo sucio
contra los trabajadores, sobre todo en época de negociaciones
colectivas, muy bien expuesto por el periodista sueco, Dick Emanuelsson,
en ”Así fue el ”servicio paramilitar integral” para Dole yChiquita”. ( Ver también: Multinacionales con olor a sangre, Multinacionales, paramilitarismo y Estado.)
Cifras incompletas de organizaciones sindicales dan cuenta de esta práctica asesina realizada desde el estado. Desde el año 1996 hasta la fecha han sido asesinados más de 2.517 sindicalistas,
a manos de grupos narcoparamilitares y de fuerzas militares como
denunció el periodista y líder sindical, Domínico Nadal, que ”en prueba
que es una política estatal, en agosto del 2004, se denunció la
Operación Dragón, para matar sindicalistas y a dirigentes políticos de
izquierda. La investigación de la presunta, hasta ese momento,
conspiración emprendida por la para-Fiscalía Genaeral de la Nación dió
como resultado el descubrimiento de un documento confidencial redactado
por la III Brigada del ejército, en el que se tachaba de subversivos a
los sindicalistas de Cali, según lo afirmó Amnistía Internacional”.
(Ver: Por qué asesinan lossindicalistas?)
Dice el mencionado dirigente sindical que
”en el 2002, denunciaban los sectores sindicales colombianos que desde
1987 hasta ese año habían sido asesinados 4.500 líderes de las
organizaciones sindicales. No tenemos las estadísticas completas de
algunas administraciones, pero si podemos señalar que tal fenómeno
durante la administración Pastrana tuvo un dramático aumento, más 400
líderes sindicales en 4 años de gobierno (en aplicación del Plan
Colombia”.
El total de sindicalistas asesinados durante el régimen de Uribhitler es de más de 527 víctimas,
según Tarcisio Mora, miembro de la CUT colombiana. Dice Tarcisio Mora
que ”Hoy existen dos instrumentos para la eliminación sindical. Uno es
el instrumento físico, el asesinato de sindicalistas. Si antes mataban
100 hoy matan 80, pero mientras se redujeron los asesinatos, aumentaron
las amenazas. Y el otro instrumento es el legal, el exterminio sindical
por la vía legislativa. Mediante las leyes acabaron con los sindicatos”.
Y ello, definitivamente, es responsabilidad del ejecutivo y del
legislativo, los cuales trabajan para los poderosos de Colombia y del
Imperio.
O sea, que en total ”Entre e el 1 de enero
de 1986 y el 31 de diciembre de 2009 fueron asesinados en Colombia 2.739
sindicalistas”, nos dice Tarcisio Mora ("Genocidio sindical durante los 25 añosde la CUT” ). Algunos corrigen y dicen que son 2.778 los sindicalistas asesinados (ver en: En Colombia asesinan el 60 % de sindicalistas en el mundo).
Esta política
ha sido cuestionada desde diferentes visiones, mas todas coinciden que
el gobierno debe parar tan criminal práctica. Mientras las condenas
internacionales se producen, siguen los asesinatos de dirigentes
sindicales, quienes para los terratenientes, los empresarios nacionales y
las multinacionales son ”una piedra en el zapato” ya que son ellos los
que adelantan la positiva labor de enfrentar las políticas patronales
agenciadas por las empresas y desde el estado, prueba de ello es que "El
60% de los sindicalistas asesinados en el mundo son colombianos" (ver
en: En Colombia asesinan el 60 % de sindicalistas en el mundo).
Quisiéramos mostrarles algunas de las
consecuencias de esas políticas, que aunque son de años anteriores si
nos muestran el desolador panorama de la sindicalización en Colombia y
la realidad que le toca vivir a los trabajadores, tomado del artículo de
Domínico Nadal.
Consecuencias de las políticas neoliberales y de terror imperiales
Queremos reseñar algunos datos importantes tomados de informe reseñado y el más reciente informe de la CUT:
*
Colombia sigue siendo el país más violento del mundo para los
dirigentes sindicales y líderes sociales. Desde el 1º de enero de 1991 y
hasta el 1º de agosto de 2005, fueron cometidas 7.666 violaciones a los
derechos humanos de trabajadores sindicalizados en Colombia, informa
Domingo Arrieta director del departamento de derechos humanos de la
Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Colombia; de las 7.666
violaciones registradas, 5.077 no tuvieron sus responsables
descubiertos; solamente el 33,7% de los casos tienen pistas sobre los
autores de las violaciones, lo que revela una continua y sistemática
ocultación de los responsables. Desde 1991, 2.150 trabajadores
sindicalizados fueron muertos, 3.035 fueron amenazados de muerte y 182
están desaparecidos. Cerca del 85% de esas violaciones contra la vida y
la libertad de los trabajadores tienen como causa el ejercicio de la
actividad sindical.
*
La negociación colectiva sigue siendo marginal en Colombia. En el 2004
sólo 134.244 trabajadores y trabajadoras se beneficiaron de algún tipo
de convenio colectivo de trabajo. 87.290 por convenciones colectivas,
46.842 por pactos colectivos y 110 por contrato sindical. Si a esta
cifra le sumamos la cobertura del 2003 y la comparamos con la población
ocupada, 17 millones 578 mil personas en el 2004, la contratación
colectiva sólo benefició al 1.17% de esta población.
* Esta baja cobertura está relacionada con varios factores:
* La baja tasa de sindicalización (5.11%);
*
La cultura y la práctica legal de sólo negociar a nivel de la empresa y
excluir la posibilidad de acuerdos a nivel de rama o sector económico;
* Las políticas antisindicales implementadas desde el Estado y por el empresariado; * La violencia contra los sindicalistas;
* La existencia de una legislación laboral que restringe el derecho a la libertad sindical;
*
La flexibilización en la contratación de trabajadores para reducir
costos laborales, a través de la implementación de contratos a término
fijo, la subcontratación a través de terceros, el uso de cooperativas de
trabajo asociado o de contratos civiles para eludir las obligaciones
que entraña el contrato laboral;
* La figura del contrapliego y el procedimiento de los tribunales de arbitramento.
*
En los últimos 20 años fueron aprobadas –sin respeto de las posiciones
de las organizaciones sindicales ni real negociación con las mismas -
una serie de leyes que han llevado a la flexibilización de las condiciones de trabajo.
*
Colombia ha ratificado 60 Convenios de la OIT, incluyendo todos los
Convenios fundamentales. No obstante, una serie de leyes nacionales
irrespetan estos Convenios y han tenido serias repercusiones en términos
de avance de la pobreza y de la precariedad laboral.
*
Sólo basta con mencionar la Ley 50 de 1990 que acabó con la estabilidad
laboral, así como la reciente Ley 789, conocida como reforma laboral,
que legalizó la flexibilización, la tercerización y desregulación
laboral. Han desestabilizado aún más las relaciones capital-trabajo. A
ellas se suma la Ley 617 del 2002, que ha reestructurado las entidades
del Estado, atentando contra los trabajadores de dichas instituciones.
*
Se ha acrecentado la vinculación al empleo mediante cooperativas o
supuestos contratos de prestación de servicios para acabar así con
cualquier forma de organización de los trabajadores (flexibilación
laboral).
*
Frente a estas políticas, el porcentaje de la población que goza de
estabilidad laboral se ha reducido sustancialmente. La mayoría vive en
la economía informal (11 millones de personas) o está desempleada (20%),
lo cual significa en la realidad cotidiana que no tiene ningún ingreso y
viven en la pobreza absoluta. Tal situación permite comprender las
razones que llevan al aumento de la delincuencia común y de la
violencia, sea cual sea su rostro. De igual manera permite entender el
incremento del trabajo infantil: 2,5 millones de niños trabajan hoy en
Colombia.
*
En Colombia no todos los trabajadores tienen derecho a la huelga. Las
excepciones se extienden más allá de los sectores definidos por la OIT.
Excepcionalmente sólo el 2% de ellos la puede desarrollar.
· No pueden declarar huelga legal:
a) Los no sindicalizados que son el 94% de los trabajadores del país, porque:
1. Los empleadores no permiten asociarse.
2. No permiten la educación sindical.
3. Pertenecen a actividades donde no puede operar la sindicalización.
4. La ley imposibilita la sindicalización.
b) De ese 6% de sindicalizados se deben excluir del derecho a la huelga los empleados públicos que son el 65% de la masa sindicalizada.
c) De ese 35% del 6% tampoco pueden irse a la huelga los sindicatos de trabajadores oficiales en empresas de servicios públicos esenciales.
d) Del reducido número que queda tampoco la pueden declarar los sindicatos minoritarios.
e) Quienes teniendo derecho a la huelga no hayan presentado pliego de peticiones
a) Los no sindicalizados que son el 94% de los trabajadores del país, porque:
1. Los empleadores no permiten asociarse.
2. No permiten la educación sindical.
3. Pertenecen a actividades donde no puede operar la sindicalización.
4. La ley imposibilita la sindicalización.
b) De ese 6% de sindicalizados se deben excluir del derecho a la huelga los empleados públicos que son el 65% de la masa sindicalizada.
c) De ese 35% del 6% tampoco pueden irse a la huelga los sindicatos de trabajadores oficiales en empresas de servicios públicos esenciales.
d) Del reducido número que queda tampoco la pueden declarar los sindicatos minoritarios.
e) Quienes teniendo derecho a la huelga no hayan presentado pliego de peticiones
·
Muy pocas huelgas llegan efectivamente a realizarse. Cuando se dan, se
producen muchos atropellos contra los trabajadores, incluyendo casos de
amenazas de muerte, hostigamiento, etc.
* La pobreza y las disparidades sociales se han agudizado. Más del 50% de la pobreza vive debajo del umbral de pobreza.
*
Hoy en día, la concentración de la riqueza se ha reforzado como
resultado de la aplicación de un modelo irrespetuoso hacia los derechos
sociales. En el campo, por ejemplo, el 1% de la población acapara más
del 55% de las mejores tierras.
*
La canasta básica no cubre ni siquiera las necesidades más elementales
de los trabajadores y el poder adquisitivo se deteriora cada vez más.
Esta situación se relaciona con la ausencia de ajuste de la misma a la
inflación así como con el desempleo, la falta de estabilidad laboral y
la consecuente ausencia de cobertura de los trabajadores a través de
convenciones colectivas.
*
El 83% de la población económicamente activa recibe menos de dos
salarios mínimos y con este nivel de ingreso no se puede ni siquiera
adquirir la canasta básica (la misma corresponde a 2,4 salarios
mínimos).
/alp
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